¿Cómo han cambiado las Mentes tan rápidamente?
Traducido por Marielba Velandia de:
The Washington Post. Junio 7, 2019. (Escrito por Samantha Schmidt)
Steve and Teri Augustine se conocieron, se enamoraron y se casaron en una iglesia evangélica Cristiana de una comunidad conservadora. Crecieron creyendo que la homosexualidad era un pecado y que la “agenda gay” era un ataque a sus valores.
Entonces, hace seis años, su hijo menor Peter- quien amaba el teatro y su grupo juvenil de la iglesia- regresó a casa en Ellicott City, Md. después de su primer año de universidad, y le dijo a su familia que era gay.
Teri le pidió a su hijo que no le dijera a nadie más y manejó hasta el estacionamiento de un mall, donde arrancó a llorar. Steve puso en duda la fe de su hijo, recitando pasajes de la Biblia, del libro de Corintios. Steve questioned his son’s faith, reciting Bible passages from Corinthians. La familia Augustine decidió entonces poner a su hijo en una terapia de conversión por un año, con la determinación de “enderezarlo”.
Sin embargo, la terapia falló y algo cambió. Steve y Teri Augustine comenzaron a conocer a los amigos de Peter y a invitar a otros cristianos gay a cenar. Dos veranos después de que Peter “saliera del closet”, la familia estaba parada a los lados del desfile del Pride usando collares de arcoiris y camisetas con las palabras ” LO SIENTO”. Ahora Teri mantiene un grupo de apoyo a mamás cristianas con hijos LGBTIQ.
Teri dijo: “Yo sabía que si tenía que aceptar quién era mi hijo, realmente necesitaba entrar en ese mundo”

La transformación en la familia Augustine es un paralelismo del cambio en la opinión pública, que dicen los sociologos que no se parece a ninguna otra de nuestro tiempo.
Una encuesta de 2004 mostró que el 60% de los estadounidenses se oponía al matrimonio de parejas del mismo sexo, mientras que sólo el 31% estaba a favor, según el Pew Research Center. Actualmente los números se invirtieron: 61% apoya el matrimonio de parejas del mismo sexo, mientras que 31% se oponen.
Don Haider-Markel, profesor de ciencias políticas de la Universidad de Kansas, afirma que no hay ningún otro tema donde las actitudes hayan cambiado tan rápidamente. El ha estudiado por años la opinión pública sobre los derechos LGBT.
Lo que es quizás más sorprendente es que el apoyo hacia el matrimonio de parejas del mismo sexo ha aumentado entre casi todos los grupos demográficos, a través de las distintas generaciones, grupos partidistas y creencias religiosas. Incluso el apoyo,entre los grupos religiosos más resistentes, evangélicos protestantes blancos, como la familia Augustine, h, a crecido desde 11% en 2004 hasta 29% en 2019, según Pew.
Cincuenta años después de que la policía irrumpiera en el Stonewall Inn, un club gay de Manhattan, levantando días de protestas que se convirtieron en el catalizador de los movimientos pro derechos humanos de los homosexuales, el salto en la opinión pública ha sido seguido por otros, sin embargo aún queda trabajo. Ha sido elegido al Congreso un número récord de candidatos LGBT. Colorado eligió un governador que es gay abiertamente, Chicago tiene una alcaldesa lesbiana y está lanzándose a la presidencia el primer candidato demócrata abiertamente gay.
Pero mientras está claro que los movimientos a favor de los derechos homosexuales han logrado cambiar las mentes de las personas más rápido que cualquier otro movimiento de derechos civiles en la historia, está menos claro el por qué. ¿Cómo, en 15 años, los puntos de vista de los estadounidenses cambiaron en relación a un tema social tan polémico? ¿por qué otros grupos que han luchado también, en contra de la discriminación, no han logrado el cambio en la opinión pública tan rápidamente? La respuesta está en el comportamiento humano y en las realidades demográficas, así como en la estrategia ganadora de los activistas pro derechos homosexuales, que han capitalizado en ambos.
Un profesor de psicología de la Universidad de Harvard, Mahzarin Banaji, publicó un estudio a comienzos de año, en el que investigó patrones de cambio en actitudes a largo plazo, hacia seis grupos sociales- las personas mayores, los discapacitados, las personas con sobrepeso, las personas negras, las personas con piel oscura y las personas homosexuales, durante una década. Este estudio, que fue trabajado en conjunto con Tessa Charlesworth, midió tanto las actitudes explícitas como implícitas, a través de test de asociación online. A través de los tests, muchas personas mostraron actitudes positivas conscientes hacia un grupo, pero su respuestas implícitas o automáticas de actitudes subconscientes revelaron otro resultado. Hay diferencia entre los valores que profesamos y que creemos que son socialmente aceptables, y lo que realmente sentimos.
Banaji encontró que entre 2007 y 2016, las actitudes explícitas hacia todos los grupos se hicieron menos prejuiciosas o discriminadoras. Pero las actitudes implícitas hacia algunos grupos se mantuvieron igual- incluyendo la discriminación hacia personas con discapacidades y las personas mayores. La actitud prejuiciosa hacia los obesos se hizo mayor, mientras que las actitudes hacia raza negra y tono de piel se hizo menos discriminatoria. Pero de todos los grupos, las actitudes implícitas hacia la sexualidad, fueron con mucho, las que más cambiaron. Dice Banaji que nadie esperaba un cambio de actitudes tan rápido y en un período de tiempo tan corto. Esta aceleración relativamente reciente, vino después de décadas de luchas.
“En 1978, casi una década después de Stonewall, el activista por los derechos de los gay, Harvey Milk, pidió apasionadamente: “Toda persona gay debe poder salir”, más y más estadounidenses comenzaron a revelarse ante sus seres queridos, algunos de ellos motivados por el dolor de la epidemia del Sida.
Llegaron los 90 y los 2000 y la visibilidad creciente de las personas homosexuales en la cultura popular, comenzó a disparar cambios importantes en actitudes, según opinan los especialistas en ciencias sociales. La comediante Ellen DEGeneres se declaró lesbiana, el programa de NBC “Will & Grace” despegó y los norteamericanos comenzaron a ver más ejemplos de gente “gay” en la cultura popular. La mayoría de estos personajes y los líderes más visibles de los movimientos, eran gente blanca con el poder y los privilegios para ayudar a que los derechos LGBT tomaran impulso.
Sin embargo, hubo algo diferente acerca de la comunidad de lesbianas y gays, comparado con otros grupos minoritarios. Estaban en todos los grupos socioeconómicos y raciales, en todas las generaciones, en pueblos pequeños y en grandes ciudades. A diferencia de otras demografias, la “sexualidad es una dimensión que está en todas partes, y no está segregada”. dice Banaji.
Mientras más conexiones hizo la gente con gays y lesbianas, más positivas se fueron haciendo sus actitudes hacia ellos- una tendencia que los sociólogos llaman “la hipótesis del contacto”. Y las familias como los Augustines se vieron forzados a resolver su dilema interno lo que los científicos llaman ” disonancia cognitiva”.
Dice Banaji: “Cuando dos creencias entran en conflicto en nuestra mente, nuestro cerebro no es bueno sosteniendo el conflicto. Tenemos que resolverlo”. “Puedes desheredar a tu hijo o cambiar tus actitudes hacia los homosexuales”.
Después de que las terapias de conversión fallaran en cambiar la sexualidad de su hijo, Teri y Steve Augustine resolvierosn entenderla. Teri pidió a sus hijos que invitaran a su casa a cristianos gay que conocían. Su hija Bethany invitó a cenar con ellos a un colega con su pareja. Teri conoció acerca del dolor que sufrieron cuando su iglesia lo rechazó.
“Mi esposo y yo nos miramos y dijimos “Wow, tenemos que hacer un trabajo aquí”, cuenta Teri. Entonces, durante el segundo año de universidad de Peter, sus padres asistieron a una conferencia llamada Gay Christian Network, es decir, una red de cristianos gay. Allí compartieron el servicio religioso con cientos de cristianos gay, lesbianas y transgénero.
Su padre dijo: “Yo crecí con el concepto de que esos dos mundos eran mutuamente exclusivos”. Ya había comenzado a creer que Peter podía ser gay y cristiano al mismo tiempo. “Pero Peter es una persona y yo lo vi en 1,500 personas.. Fue lo más parecido a una iluminación”.
La familia continuó organizando cenas mensuales en su casa, para cristianos LGBT, muchos de los cuales eran rechazados en sus iglesias o familias. Lo que comenzó como un grupo de cuatro personas, ha crecido hasta cerca de 20- compartiendo una comida, rezando y cantando juntos. “El amor estaba en su lugar”.
¿Por qué si las relaciones que tienen gays y lesbianas con aquellas personas cercanas es tan crucial en construir apoyo para el movimiento de derechos LGBT, esas conexiones no han sido tan instrumentales en el cambio de actitudes acerca de los Afroamericanos, las personas mayores o las sobrepeso? Lo que puede ser diferente, acerca de la comunidad gay, especula Banaji, es que antes que una persona salga del closet, “el amor estaba en su lugar”. Un padre o un compañero de trabajo ya conoce y ama a esa persona homosexual y entonces descubre la sexualidad de la persona, lo cual no es inmediato. “Creo que eso es diferente de cosas como la edad, raza o peso corporal, que se presentan inmediatamente de conocer a la persona por primera vez”.
También juegan un papel la segregación geográfica y social. Es difícil el contacto cara a cara, que rete la discriminación, si los afroamericanos o las personas mayores no están bien integrados en los vecindarios o en espacios sociales, debido a las discriminaciones pasadas y presentes.
Los movimientos pro-derechos LGBT tuvieron ayuda gracias a la exposición de los estadounidenses a través de los líderes en sus propias comunidades. Los investigadores encontraron que había más probabilidad de que los participantes en encuestas expresaran apoyo al matrimonio igualitario, cuando habían sido expuestos a ese mensaje por un “líder de grupo” como un atleta de su equipo favorito, un político o un pastor.
El Senador Rob Portman (R-Ohio) and el Vice Presidente Richard B. Cheney, quienes hablaron a favor de los derechos LGBT después de que sus hijos salieran como gays, ayudaron a construir apoyo entre los Republicanos, según la politóloga Melissa Michelson, de la Universidad Menlo, quien co-escribió un libro con Brian Harrison de la Universidad de Minnesota, acerca de sus hallazgos. Entre aquellos que cambiaron su opinión acerca del matrimonio igualitario, después de que el Presidente Obama anunciara su apoyo, había más probabilidad de cambio de opinión entre los negros que entre los blancos.
Para gran parte de los Estados Unidos, la punta de lanza en el movimiento de derechos LGBT fue algo más obvio: el matrimonio igualitario en sí. Antes de que la Corte Suprema de E.U. reglamentó que las prohibiciones del matrimonio de personas del mismo sexo era inconstitucional, en varios estados ya se estaba reconociendo esos matrimonios. Un estudio de 2015 encontró que los estados que tenían la política del matrimonio igualitario, tenían la mayor reducción de actitudes anti.gay, comparado con aquellos estados donde era ilegal.
La institución del matrimonio puso un sello en la legitimidad de parejas del mismo sexo, que permitió que las parejas heterosexuales los vean como una unidad familiar, como la suya. Esto declara Andrew Flores, co-autor del estudio, de American University.
Más aún, dijo Michelson, “había un esfuerzo muy consciente de enmarcar esto como asunto de amor, más que de derechos.” Y el movimiento a favor del matrimonio igualitario, escogió parejas mayores como algunas de las personas más visibles en su causa”, señaló Michelson. “No se sugería nada de lo que pasaba entre las sábanas. Era sólo cuestión de amor”
A pesar del progreso tan rápido de los derechos LGBT, los miembros de la comunidad siguen siendo blanco de crímenes de odio. La administración Trump ha retrocedido un número de protecciones para las personas transgénero a nivel federal y reforzado una base conservadora ue puja por libertad religiosa- una reacción que Haider-Markel dice que semeja el aumento del movimiento anti-gay de los años 70, tales como la campaña anti-gay “Salva nuestros hijos” de Anita Bryant y la Iniciativa Briggs, una medida en California que habría mandado el despido de cualquier profesor gay o estuviera a favor de los derechos de los gay.
Para la comunidad gay y lesbiana, un progreso rápido en un período corto de tiempo, no es victoria, dice Haider-Merkel. “Miren el hecho de que en muchos estados, si una pareja gay o lesbiana se casa, y publica su matrimonio en el periódico local, pueden perder sus trabajos”. Y eso no es trivial.
Además, las actitudes acerca del matrimonio igualitario se han mantenido prácticamente congeladas desde 2017. Según Haider-Merkel las posiciones se han endurecido. Estadísticamente, una vez que el apoyo por una causa como esta llega a la mayoría, el movimiento hacia el 100% se hace más difícil, dice Flores, lo que significa que hasta que no ocurra un cambio mayor, continuará existiendo un grupo de conservadores que se oponga.
En grupos evangélicos conservadores como los Augustine, el trabajo en cambiar las mentes es aún más lento. Pero el activista evangélico LGBTIQ Brandan Robertson dijo que ha visto cambios pequeños pero significativos- particularmente porque muchos pastores moderados han recurrido simplemente a no hablar del tema- lo que Robertson ve como un paso positivo.
“Hace solo 5 años atrás, hubiera estado bien decir que la homosexualidad es una abominación”, dice Robertson. “Hoy sería muy difícil encontrar cualquier líder evangélico que diga eso públicamente”. En el caso de los Augustine, la familia cambió su vieja iglesia, una iglesia evangélica conservadora, por Emmanuel United Methodist Church, en Laurel, Md, que se autodenomina “una comunidad afirmante de la fe”.
Entrando al servicio el pasado domingo, Teri y Steve Augustine pasaron una bandera arcoiris del Pride enfrente de la pequeña iglesia, y un letrero que decía “Las mentes son como los paraguas. Sólo sirven si se abren”. Peter lideró la congregación cantando “You are Holy” . Y el pastor usó una estola arcoiris alrededor de su cuello. Después del servicio, Teri se unió a un grupo de madres de hijos LGBT. Sentadas sobre sillones estampados de flores, compartieron sus historias de salir del closet con una nueva mamá.
Estaba la mamá cuyo padre, abuelo y tíos habían sido todos pastores ultra conservadores, y cuya hija salió recientemente como lesbiana, aunque nadie de la familia extendida sabía. Estaba la madre de un joven transgénero, quien perdió contacto con sus padres después de que le dijeran “Si no desheredas a tu hijo, te desherademos a ti”. Después de dos horas, inclinaron sus cabezas para rezar, mientras una mamá decía:
“Rezamos por nuestros hijos, Señor, protégelos, manténlos seguros. Te pedimos por las relaciones con nuestras familias extendidas, relaciones rotas, difíciles o silenciosas”. “Danos sabiduría para hablar y paciencia para escuchar”.
Nota: Emily Guskin contribuyó para este artículo.